Gustavo Neme, Adolfo Gil y Miguel Giardina, estuvieron esta mañana en la Universidad Tecnológica Nacional brindando información sobre la investigación que llevan adelante en el sitio arqueológico.
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), especialistas Museo de Historia Natural y profesionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), están llevando adelante una investigación arqueológica en el Indigeno, sitio que se encuentra ubicado a 3400 metros de altura, en plena Cordillera, donde se hallaron restos de civilizaciones de más de 1500 años.
Recién llegados del sitio arqueológico, uno de los investigadores Gustavo Neme, manifestó a los medios de prensa que en su momento había ido al lugar con el doctor Lagiglia y habían sacado unas pequeñas muestras pero con otra tecnología, es decir sin fotos digitales GPS ni drone. Esta vez gracias al apoyo de la Fundación Williams aparte de la ayuda de la UTN y CONICET pudieron organizar una campaña que incluyó tanto a arqueólogos como documentalistas que van a a hacer un video sobre los trabajos.
"El resultado es realmente muy alentador, pudimos excavar unas 4 casas, hacer sondeos fuera de ellas y recorrer gran parte de la vega donde se encuentra emplazado el sitio", dijo.
El sitio arqueológico en su momento había sido definido como compuesto por unas 120 estructuras. Hoy se habla de 200 estructuras habitacionales, con un riquísimo registro arqueológico que permite caracterizar gran parte de las ocupaciones humanas del sur de Mendoza durante los últimos 1500 años.
Neme comentó que es un lugar que tiene condiciones climáticas muy duras. "Era un poblado nómade el que había allí, ese lugar puede ser habitado únicamente durante los meses de verano, después está cubierto de nieve", detalló.
Indicó que por lo que han observado iban estacionalmente a cazar guanacos, aparte de algunas aves del lugar, pero también aparentemente se veía un emplazamiento muy importante e intercambio con los grupos de Chile Central dada la gran cantidad de elementos que provienen del otro lado de la Cordillera.
"Hemos visto que ese lugar no era ocupado en forma contemporánea, sino que aparentemente el sitio arqueológico ha ido creciendo en número de estructura", señaló.
A nivel de hipótesis, contó que un grupo de 10 o 12 estructuras eran ocupadas de forma contemporánea. "Nuevas familias o grupos llegaban al lugar y construían otras 10. No sabemos porque no reutilizaban las mismas, sino que hacían otras y así sucesivamente hasta hacer crecer el sitio", sostuvo.
Lagilglia había estimado unas 500 personas, pero eso está totalmente descartado porque el ambiente no posibilita sustentar una cantidad tan gran de gente en un mismo momento.
Las construcciones son muy simples, semicirculares, de unos 4 metros de diámetro y 1 metro de altura. Son protecciones contra el viento que se genera habitualmente en ese lugar.
Por otro lado Adolfo Gil, especificó que se trata de una primera etapa de la investigación en donde se buscarán los materiales que deben ser preparados y analizados. "Ahí se sabrá las cosas solidamente novedosas que hay. Siempre que uno excava un área nueva, lo que aparece es nuevo".
Señaló que no se sabe aún cuál es la cronología que tienen estás ocupaciones, ni cuán fuerte son las mismas, si son de la vertiente oriental u occidental de la Cordillera, de intercambio o de visita de un lugar a otro de las mismas poblaciones.
"Es la primera etapa, ahora vienen meses y años de estudios de estos materiales. Son restos muy pequeños como semillas que están carbonizadas, que sabemos que probablemente no sean plantas que crecieron allí, pero que seguramente fueron transportadas por ellos o por intercambio", comentó.
Indicó que los arqueólogos tratan de ser lo menos invasivos posibles en un sitio arqueológico, para poder ganar la mayor cantidad de conocimiento.
El porcentaje excavado es de un 1 % o menos, sin embargo confían que ese porcentaje les va aportar información novedosa que va a ajustar lo que sabían previamente y les mostrará nuevas preguntas.
Por último, informó que tienen posibilidades de continuar esos análisis y estudios ya que cuentan con buena parte de los fondos que necesitan, por lo cual en unos meses esperan resultados como antigüedades o análisis sobre estos restos.
Trabajarán entre 10 y 12 especialistas locales, de otros centros del país y del extranjero.
Por otro lado, Miguel Giardiani contó que fue una campaña de casi 20 días en este sitio emblemático para la arqueología de la provincia y del país, que también ha despertado el interés fuera de las fronteras de Argentina.
Giardini comentó que para llegar al lugar partiendo desde la mina, les llevó cuatro días a caballo (Ida y vuelta) con un equipo compuesto por 4 baqueanos que eran los guías y los que armaban las cargas y 11 mulas para llevar todo el equipo y alimento necesario para estar ahí.
Además, gracias a un drone pudieron captar imágenes áreas del lugar y mejorar así la forma para localizar las estructuras y poder contarlas.
