Anoche se realizó la tradicional Bendición de los Frutos en un lugar muy especial donde momentos antes se realizó la entronización de la Virgen de la Carrodilla en la Ermita que fue específicamente construida para ella, frente al Polideportivo municipal. Allí, cerca de 600 personas se hicieron presentes para vivir una experiencia muy emocionante.
Inicialmente, se realizó la bendición de la Ermita, luego ingresó la Virgen de la Carrodilla escoltada por la Reina y la Virreina departamental de la Vendimia, fueron presentadas e hicieron su entrada cada una de las candidatas al cetro departamental de la Vendimia 2019. La Bendición de los Frutos estuvo a cargo del Párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús Pbro. Horacio Valdivia, entonces se procedió a realizar la entronización de la Virgen en la Ermita, luego el tradicional golpe de reja fue dado por el Intendente Walther Marcolini para culminar con el brindis de las Reinas.
Esta es una fiesta hermosa que representa cabalmente la tradición de la vendimia, que se inicia con la Bendición de los Frutos para dar gracias por la cosecha, expresó el Intendente municipal. Añadió: “en esta noche fantástica nos ha acompañado el clima y muchos vecinos, hemos podido entronizar a la Virgen de la Carrodilla en esta Ermita que la Sra. Carmen de Pereyra soñó y solicitó al municipio. A la vez, hemos recuperado un espacio público en la Ciudad, emplazado sobre una calle que era muy oscura y se ha podido convertir en un verdadero paseo, que van a poder disfrutar todos los alvearenses, especialmente los que adhieran a la fe católica y quieran pasar aquí un momento especial”.
Por su parte, Carmen de Pereyra quien soñó con que General Alvear tenga esta Ermita para la Virgen dijo: “es un lugar para que se acerquen todos a encontrar paz, la unión de la familia, a dar gracias, a pedir y también a pasear”.
“Estamos contentos de que General Alvear tenga este espacio público que puede disfrutar toda la comunidad y estamos agradecidos al personal municipal, a la Secretaría de Obras Públicas, porque era un desafío hacer esta obra, donde solo el techo tiene un peso de cuarenta y dos toneladas”, concluyó Walther Marcolini.
